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Cuando hablamos de relojes, de vez en cuando surge la palabra «leyenda». Y si hay un reloj que realmente se ha ganado este calificativo, es el Cartier Santos. No solo cuenta con más de cien años de historia a sus espaldas, sino que además es el primer reloj de pulsera auténtico del mundo. Fue diseñado en 1904 para el pionero de la aviación Alberto Santos-Dumont, que buscaba una forma de poder ver la hora cómodamente mientras pilotaba. Para conseguirlo, Cartier se decidió a crear un reloj con asas integradas en la caja que se podía llevar en la muñeca. Con el fin de realzar su aspecto, optó por una forma cuadrada, totalmente diferente a lo habitual en los relojes de bolsillo de la época.

Los relojes alemanes disfrutan de una creciente popularidad. No es de extrañar, ya que hay innumerables fabricantes de relojes en este país que producen relojes de la más alta calidad. Ya sean relojes de piloto o de buceo, de vestir o herramienta, la gama es amplia. Pero hay un estilo que prácticamente está reservado para los fabricantes de relojes alemanes: el estilo Bauhaus.