¿Qué es lo que realmente hace que un reloj sea icónico? ¿Se trata del material, el diseño o la artesanía? La respuesta no es tan sencilla. A menudo, son los contextos sociales y culturales los que desempeñan el papel más importante en la creación de leyendas. Sin duda, un reloj puede destacar en el segmento del lujo por su consistencia en el mercado, la atemporalidad de su diseño y la singularidad de su tecnología. Desde la década de 1930, numerosas innovaciones brillantes, materiales de alta calidad y acabados inimitables han contribuido al desarrollo de relojes emblemáticos. Sin embargo, hoy en día solo unos pocos modelos siguen formando parte de las codiciadas colecciones de los entusiastas de la relojería. En nuestro top 10 de los mayores iconos relojeros de todos los tiempos descubrirá cómo se convirtieron estos modelos en los clásicos que son hoy. Esta lista no está pensada como una clasificación, sino más bien como una guía del mundo de los relojes de lujo.
1. Rolex Submariner
Para muchos, la marca Rolex representa ya de por sí la cumbre del lujo. Llevar un reloj como este es señal de éxito. Con su lenguaje de diseño clásico, Rolex encarna tanto la sobriedad como la confianza. Además, la marca emplea movimientos de la máxima precisión. La caja del Submariner en particular, con su impecable artesanía, impresiona hasta a los más exigentes.
Estas cualidades contribuyen a su excepcional conservación del valor, y todo ello a un precio relativamente razonable para un reloj de lujo. Además, es uno de los pocos relojes que se adapta a casi cualquier ocasión. Un Rolex Submariner combina igual de bien con unos vaqueros y una camiseta que con un traje oscuro y corbata. Lea también: Cinco años con el Rolex Submariner: una reseña
2. Omega Speedmaster Professional
El Speedmaster es perfecto para quienes abrazan el riesgo y se dejan llevar por la curiosidad. Tras haber acompañado a la NASA en varias misiones lunares, sigue siendo el único reloj de pulsera homologado para astronautas en el espacio. Las primeras versiones del Speedmaster Professional se presentaron en 1957. Desde entonces, ha experimentado un desarrollo continuo, con diversos movimientos, y ha conquistado los corazones de los entusiastas de la relojería de todo el mundo.
A pesar de estos avances, el diseño original ha cambiado muy poco. Las ediciones especiales, los nuevos materiales y las innovaciones siguen entusiasmando a los coleccionistas. Sus robustas y elegantes cajas de cerámica ofrecen un llamativo contraste con la versión clásica de acero inoxidable, que puede combinarse, por ejemplo, con una correa de piel marrón. El Omega Speedmaster está disponible con cuerda manual, automática o con un movimiento de fabricación propia, con lo que ofrece algo para cada gusto.
3. Patek Philippe Calatrava
El Patek Philippe Calatrava se acerca más al ideal de un reloj de vestir clásico que casi ningún otro modelo. Inspirado en el diseño de los relojes de bolsillo, que todavía eran habituales cuando debutó en 1932, da una sensación casi de ingravidez en la muñeca e impresiona por su discreta elegancia y la fiabilidad de su movimiento.
Con su diseño de caja delgado, es el accesorio perfecto para un traje y una camisa a medida con los puños ajustados y vueltos hacia arriba. El Calatrava, admirado por los conocedores de la alta relojería, es un original genuino para quienes valoran la discreción.
4. Audemars Piguet Royal Oak
El Royal Oak de Audemars Piguet desprende una sutil elegancia, aunque su aparición inicial fue de todo menos revolucionaria. Como primer reloj de acero del segmento de lujo, causó un gran impacto cuando debutó a principios de la década de 1970, con un precio superior al de muchos relojes de oro de la época, a pesar de estar fabricado en acero. El Royal Oak, diseñado por el legendario Gérald Genta (que más tarde creó el emblemático Patek Philippe Nautilus), ha dejado una huella indeleble en el mundo de la horología.
Además del modelo clásico, el Royal Oak está disponible en numerosas variantes, ya sea con función de cronógrafo, calendario perpetuo o tourbillon. El Royal Oak Offshore, deportivo y más llamativo, incluso se ha convertido en su propia colección dentro de la familia de Audemars Piguet, encarnando la dedicación de la marca a la innovación y la artesanía.
5. Zenith El Primero
Un Zenith El Primero no se construye: se elabora, se crea, nace. El nombre «El Primero» hace un guiño a la complejidad de su movimiento, que es a la vez una bendición y un desafío. El calibre, que busca la simplicidad, incorpora un rotor central que acciona el mecanismo a 36 000 alternancias por hora. Aun hoy, la tecnología que hay detrás de este legendario movimiento rivaliza con la precisión de los relojes automáticos modernos.
El Primero sigue estando considerado como el cronógrafo producido en serie más preciso del mundo. Su prestigio se cimentó aún más cuando Rolex optó por utilizar una versión modificada del movimiento El Primero para sus icónicos cronógrafos Daytona entre 1988 y 2000.
6. Rolex Cosmograph Daytona
Durante décadas, el sueño de la infancia de muchos ha sido convertirse en piloto de carreras, y el Rolex Cosmograph Daytona simboliza este sueño como casi ningún otro cronógrafo. Diseñado específicamente con los deportes de motor en mente, sus funciones de cronometraje se adaptan a la perfección a las necesidades de los pilotos profesionales. El movimiento automático del Daytona combina una precisión impecable con una durabilidad inigualable.
Ya sea en el circuito de carreras o en cualquier otra ocasión, el Daytona destaca por ser tanto una declaración de estilo como una obra maestra funcional. Presentado por primera vez en la década de 1960, el Daytona sigue siendo uno de los relojes más deseados y legendarios jamás fabricados. Su popularidad se ha disparado hasta tal punto que adquirir un modelo nuevo de acero con la codiciada esfera negra sigue siendo todo un reto.
7. TAG Heuer Carrera
Al igual que el Rolex Daytona, el TAG Heuer Carrera está inspirado en el mundo del automovilismo. Su funcionalidad cronométrica y su robusto diseño lo han convertido en el favorito de los pilotos de carreras aficionados y profesionales por igual. El nombre «Carrera» está impregnado de referencias a coches legendarios, circuitos y competiciones históricas, y capta a la perfección el espíritu del automovilismo.
Con un movimiento automático suizo y una reserva de marcha de hasta 50 horas, el Carrera ofrece un rendimiento fiable incluso en condiciones extremas. Sigue siendo una opción popular entre los entusiastas de las carreras, ya que combina la ingeniería de precisión con un legado inconfundible del mundo del automovilismo.
8. Cartier Tank
El Cartier Tank adopta un enfoque estilístico distinto al de la mayoría de relojes de lujo. En 1917, Louis Cartier rompió el molde al dotar al Tank de una caja rectangular en lugar de la tradicional forma redonda derivada de los diseños de los relojes de bolsillo. Aunque en un principio se consideró demasiado moderno para su época cuando se empezó a producir en 1919, Cartier siguió comprometido con este diseño icónico.
La forma básica del Tank ha permanecido inalterada a lo largo de los años, evolucionando con sutiles actualizaciones. Hoy en día, se reconoce como una pieza imprescindible en cualquier colección de relojes de lujo; un modelo atemporal que representa tanto la innovación como el estilo clásico.
9. Jaeger-LeCoultre Reverso
El Jaeger-LeCoultre Reverso también desafía la forma redonda convencional y en su lugar opta por un distintivo diseño rectangular que lo hace reconocible al instante. El Reverso, presentado por primera vez en 1931, no tardó en ganarse adeptos, sobre todo entre los aficionados a su elegante estilo «art déco». Este modelo se distingue por su ingenioso mecanismo de caja reversible, diseñado originalmente para proteger el delicado cristal del reloj de los golpes. Esto era especialmente útil para los jugadores de polo, el público al que iba dirigido el reloj cuando se creó.
Hoy en día, este mecanismo reversible es tanto un homenaje al legado de la marca como una característica única, ya que ofrece la posibilidad de incorporar una segunda esfera, un fondo de caja transparente o una superficie lisa idónea para grabados personalizados. El Reverso no es solo una maravilla de la ingeniería, sino también un símbolo de sofisticación atemporal.
10. Breitling Navitimer
Ninguna lista de relojes icónicos estaría completa sin el legendario Breitling Navitimer. Este emblemático reloj de piloto, lanzado en 1952 como evolución del Chronomat, se ha convertido en un referente de los relojes de aviación. El nombre «Navitimer» es una combinación de «navigation» y «timer», lo que refleja su excepcional funcionalidad para los pilotos.
La característica más destacada del Navitimer es su bisel con regla de cálculo, que permite a los pilotos realizar cálculos complejos como el consumo de combustible, hacer conversiones de unidades y determinar la velocidad de ascenso o descenso, todo ello sin necesidad de instrumentos externos. Desde el debut de la referencia 806, se han lanzado numerosas iteraciones del Navitimer con movimientos mejorados, diseños modernizados y una mayor funcionalidad. Sin embargo, las clásicas subesferas blancas introducidas en 1959 y el característico bisel con regla de cálculo siguen siendo las particularidades definitorias de este emblemático modelo.