Los relojes de bronce son más que meros relojes: son una cápsula del tiempo llena de historias y carácter. Sus cajas, elaboradas con una aleación de bronce especial que desarrolla una pátina única con el paso del tiempo, combinan la tradición artesanal con un diseño moderno. En este artículo exploramos el mundo de los relojes de bronce, sus ventajas y algunos de nuestros modelos favoritos.
¿Qué son los relojes de bronce?
Los relojes de bronce son ejemplares cuya caja está elaborada con una aleación especial de bronce que suele contener cobre y estaño. Estos relojes son conocidos por su capacidad única de desarrollar una característica pátina con el paso del tiempo debido a la interacción con el aire y la humedad. Pero esta propiedad no siempre se ha considerado positiva en el sector del lujo. La formación de la pátina provoca un rápido envejecimiento a nivel visual, y durante mucho tiempo ha persistido la creencia de que un reloj de lujo debería parecer recién salido de fábrica durante el mayor tiempo posible.
En la década de 1980, por fin llegaron los primeros relojes de bronce al mercado. Fue entonces cuando esta propiedad (la pátina), percibida como una debilidad, demostró ser un punto fuerte. No solo hace que cada reloj de bronce se convierta en un ejemplar único tras un determinado periodo de tiempo, sino que, además, le concede su propio carácter. Algo de encanto vintage, algo de elegancia industrial chic y, sobre todo, mucha personalidad. Eso es lo que nos encanta de los relojes de bronce.
Las ventajas de los relojes de bronce respecto al oro y el acero inoxidable
Como ya hemos mencionado, su aspecto es uno de los principales atractivos de un reloj de bronce. Pero también hay motivos eminentemente prácticos por los que el bronce puede resultar muy deseable en comparación con el oro y el acero inoxidable. Los relojes de bronce son resistentes a la corrosión y robustos, por lo que son muy apropiados para su uso en entornos difíciles, como el agua salada. Esta ventaja ya se apreciaba desde hacía mucho tiempo en el ámbito de la navegación, por lo que había multitud de productos de bronce, como tornillos y otros componentes de barcos. Era una consecuencia lógica que pronto también se fabricasen relojes de buceo de bronce, pues no se podía encontrar ningún material más resistente. Actualmente, muchos relojes que rinden homenaje a la navegación también se elaboran en bronce.
Asimismo, se suele recurrir al bronce para los relojes de aviador. Y es que, debido a la ausencia de hierro, esta aleación es antimagnética, una propiedad extremadamente práctica en la cabina de un avión. Además, el bronce no refleja la luz del sol, lo que garantiza una legibilidad óptima.
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Cómo limpiar un reloj de bronce
Aunque la pátina le concede al reloj mucho carácter, si en algún momento le pareciese excesiva podría eliminarla con total facilidad. De hecho, puede limpiar usted mismo su reloj de bronce en casa. Lo único que necesita para ello es algún ácido no demasiado agresivo. Eche un poco de zumo de limón, vinagre o bicarbonato a un recipiente con agua y sumerja ahí su reloj. Por supuesto, antes debe comprobar la hermeticidad del reloj. En teoría, también se puede utilizar ketchup para la limpieza, ya que contiene vinagre añadido. Queda en sus manos decidir cómo limpiar su reloj, pero cualquier método es adecuado para devolver a su ejemplar su cálida tonalidad bronceada.
Hermosos ejemplos de relojes de bronce
Si está considerando adquirir un reloj de bronce, tengo una buena noticia para usted: ¡los relojes de bronce merecen la pena! Por un precio justo, puede obtener un reloj de alta calidad, a veces incluso con calibre de manufactura. A continuación le presento tres modelos que, en mi opinión, son muy especiales.
1. El Tudor Black Bay Bronze
Desde 2016, el popular reloj del buceo Black Bay de Tudor también está disponible en bronce. Se trata de un modelo muy destacado dentro de la colección Black Bay y está disponible con esfera marrón, azul o gris pizarra. Se han mantenido las características típicas del Black Bay, como las agujas copo de nieve y la gran corona sin protector. No obstante, este modelo se diferencia de casi todos los demás Black Bay en el uso de números arábigos a las 3, 6 y 9 horas en lugar de marcadores. Dado que el bronce se raya con algo más de facilidad que el acero inoxidable, Tudor ha desarrollado un sistema de cambio del brazalete más sencillo. Unos pequeños agujeros en las asas facilitan el cambio de la pulsera y evitan con ello posibles arañazos. Por supuesto, todos los relojes están certificados como cronómetro y ofrecen una reserva de marcha de unas 70 horas. Pero, por mucho que nos gusten todos estos detalles técnicos, lo más fascinante de estos modelos es su aspecto único. Si desea conocer más sobre este reloj, mi compañero Donato ha analizado el Tudor Black Bay Fifty-Eight Bronze más de cerca. ¡No se pierda este artículo!
2. El Gran Reloj de Aviador de bronce de IWC
Aunque el Gran Reloj de Aviador de IWC, también conocido por su nombre en inglés, Big Pilot’s Watch inicialmente se desarrolló para pilotos, se ha abierto camino hasta las muñecas de muchos entusiastas de los relojes. Debido a su tamaño, no solo es una declaración de estilo, sino que además permite ver la hora sin ningún esfuerzo. Y la variante de bronce ofrece una mayor legibilidad aún, ya que la caja no refleja la luz. El hecho de que este material parezca algo más mate que otros relojes de bronce se debe a que se ha recubierto con una capa de óxido. Esta se encarga de que la pátina se desarrolle con mayor lentitud y, ante todo, más uniformemente. Con ello se obtiene el deseado efecto del envejecimiento del material, pero con la garantía de ser atractivo a la vista y no convertirse en un mero montón de manchas. Además, combina con el lenguaje de diseño limpio y minimalista de los relojes de aviador de IWC y constituye una buena alternativa a los relojes de buceo de bronce.
3. El Panerai Submersible Bronzo
Ya ha pasado más de una década desde que Panerai sacó al mercado sus primeros relojes de bronce, pero la demanda de estos singulares modelos sigue aumentando. De hecho, los ejemplares sin estrenar de los primeros modelos suelen cambiar de dueño por precios demasiado elevados. Si echa un vistazo a los Submersible Bronzo usados, verá que envejecen como el buen vino. Aunque la pátina reduce su cálido brillo, el llamativo protector de la corona se vuelve más atractivo aún. Así que, si tiene la suerte de poder hacerse con uno de estos relojes, no deje pasar la oportunidad. Casi ningún reloj de bronce es tan elegante y, al mismo tiempo, constituye tan buena inversión.
