Cuando me pidieron que escribiera sobre cinco cosas que me gustan de una marca específica, o sobre cinco complicaciones que me apasionan, no pude evitar plantear el tema de otra manera. ¿Por qué no hablar de los cinco detalles que hacen que un reloj sea perfecto?
En más de tres décadas coleccionando relojes, me he encontrado con muchos relojes excepcionales. Algunos de ellos destacaban realmente porque cumplían ciertos criterios que los convertían en superlativos.
Le voy a mostrar los cinco modelos que me fascinan desde hace tiempo por diferentes motivos: medidas ideales, legibilidad impecable, estatus icónico, diseño atemporal o movimientos robustos. Sin ningún orden de preferencia en particular, exploremos estos fascinantes relojes.
Rolex Submariner
Uno de los relojes que merece una mención en este artículo es el ilustre Rolex Submariner. Presentado por primera vez en 1953, el Submariner fue bien recibido tanto por los miembros de las armadas de todo el mundo como por los entusiastas exploradores de las profundidades marinas como Jacques Cousteau. Y hasta el más común de los mortales anhelaba un reloj así, para poder llevarlo en la ducha, para hacer piragüismo en el lago o para bañarse en la piscina.
El Submariner, un reloj que ha abrazado el espíritu de un estilo de vida activo desde su lanzamiento y ha adornado las muñecas de figuras emblemáticas como James Bond, Steve McQueen y Jeff Bridges, se ha ganado un lugar en la historia de la relojería.
Mis favoritos de la colección Submariner son las ref. 5513 y ref. 5512, introducidas en 1959 y 1962, respectivamente. Estas dos referencias poseen un estupendo tamaño de 40 mm y una perfecta disposición de la esfera, que gracias a los grandes índices en contraste sobre la esfera negra y a las gruesas agujas horarias centrales ofrece una excelente legibilidad.
En pocas palabras, el Submariner sin fecha ha permanecido prácticamente inalterado desde su versión de 40 mm introducida en 1959. En 1985, la esfera mate de la ref. 5513 pasó a ser brillante y los índices se engastaron en oro blanco. La ref. 14060 tomó el relevo en 1989, y no fue hasta 2020, con la introducción de la ref. 124060, que el Submariner sin fecha cambió su diámetro de 40 a 41 mm.
A pesar del ligero cambio de tamaño, el Rolex sin fecha con el fiable calibre automático 3230 sigue ofreciendo la alquimia perfecta de forma y función, así como de estética y tecnología.
Rolex Explorer
Continuando nuestro viaje con la marca de la corona, el Explorer de 36 mm sigue de cerca a su modelo homólogo resistente al agua. Presentado en 1960, el Explorer ref. 1016 fue, y sigue siendo, el favorito de muchos apasionados del National Geographic así como de coleccionistas de Rolex.
Se cree que el nombre del reloj se inspiró muy probablemente en el modelo utilizado durante la expedición británica al Everest en 1953 y presentado dos años más tarde como Explorer ref. 6610. Estos exploradores fueron los primeros en alcanzar la cima del Everest, un momento muy importante para la historia de la relojería.
El Explorer ref. 1016 ofrece un agradable diámetro de 36 mm —un tamaño unisex apreciado tanto por hombres como por mujeres— y una esfera negra con los números arábigos 3, 6 y 9 que en su conjunto ofrecen una legibilidad óptima. Esta característica habría sido sin duda muy apreciada por Tenzing Norgay y sir Edmund Hillary si hubieran tenido el Explorer en sus muñecas en 1953.
El Rolex Explorer ref. 1016 goza de una excelente reputación por su legibilidad y discreta elegancia. Sus orígenes como reloj funcional y su estética atemporal lo convierten en el modelo perfecto para una colección única.
Personalmente, sigo buscando el Explorer ref. 1016 perfecto con esfera brillante y letras doradas, producido entre 1960 y 1966.
Omega Speedmaster
Todo el mundo conoce el Omega Speedmaster, el reloj inspirado en el automovilismo presentado en 1957 junto con el Seamaster 300 y el Railmaster. A pesar de para lo que fue concebido al principio, finalmente, el Speedmaster no acabó en las muñecas de los entusiastas de los coches, sino que acabó en la Luna. En 1967, fue elegido reloj oficial para el personal de la NASA, que lo certificó como apto para todos los astronautas.
Buzz Aldrin llevaba su Speedmaster cuando pisó suelo lunar en julio de 1969. Neil Armstrong, realmente el primer hombre en pisar la Luna, había dejado su Omega Speedmaster dentro del módulo lunar «Eagle».
El Speedmaster Pro de 42 mm, también conocido como Speedmaster Moonwatch, es uno de los relojes mejor diseñados del mundo. Equipado con un movimiento cronógrafo manual del primer modelo de 1957 y cualificado para todas las misiones espaciales tripuladas (como se indica en el fondo de la caja de la versión Speedmaster Pro), este reloj garantiza la máxima seguridad en términos de precisión. Y si es lo suficientemente bueno para las misiones espaciales, también es perfecto para las aventuras en la Tierra.
La esfera negra escalonada del Speedmaster con índices blancos, subesferas hundidas y agujas blancas ofrece una excelente legibilidad. Y la disposición de la esfera del Speedmaster Pro es fantástica. Este reloj es uno de los que claramente encabeza este artículo gracias a su tamaño ideal, legibilidad impecable, estatus icónico, diseño atemporal y movimiento robusto.
Heuer Carrera
Otro reloj que tiene una fuerte conexión con el automovilismo es el Heuer Carrera (ha leído bien, sin «TAG»). El Heuer Carrera fue creado bajo la dirección de Jack Heuer, y debe su nombre a la legendaria Carrera Panamericana de México.
El Carrera se lanzó en 1963 con un diámetro de 36 mm, un tamaño tan perfecto hoy como entonces. A lo largo de los años, el Carrera se presentó en diferentes tamaños, pero nunca fue sobredimensionado. Imagínese si TAG Heuer se hubiera atrevido a presentar un Carrera de 48 mm hace algún tiempo, cuando los relojes de gran tamaño estaban de moda. Habría acabado con la elegancia del modelo original de Jack Heuer.
La primera generación del Heuer Carrera estaba equipada con un calibre 72 Valjoux de cuerda manual, el mismo movimiento que se encuentra en los Rolex Daytona de cuatro cifras. Si compara detenidamente los dos relojes, su parecido es asombroso. En mi opinión, el Carrera era más elegante a principios de los años 60 y 70 que el homólogo de la marca de la corona.
El último, y elegantísimo, Carrera ha sido lanzado bajo la dirección de Frédéric Arnault, recientemente nombrado Director General de la división de relojería de LVMH. La versión lanzada en 2023 de este legendario reloj ofrece una mayor legibilidad de la esfera, dotada de un cristal de zafiro con un abombado especial, que es un homenaje a las primeras generaciones de este ilustre reloj.
El nuevo Carrera tiene un diámetro actualizado de 39 mm, un tamaño perfecto para las muñecas actuales, y presenta un movimiento automático TH20-00.
Confieso mi admiración por el nuevo Carrera. Mientras que la primera generación ofrecía una legibilidad impecable, perfeccionada por su discreto indicador de fecha, su estatus icónico y un diseño atemporal, la última generación ofrece los otros criterios de perfección que para mí son importantes: un tamaño ideal y un movimiento resistente.
IWC Portuguese Cronógrafo
Aunque el IWC Portugieser se remonta a 1939, no fue hasta 1998 con el lanzamiento del Portugieser Cronógrafo de 41 mm que este modelo pudo hacerse un hueco en un artículo como este. Me quedé sin palabras cuando compré la ref. 3714 con esfera plateada, una excepcional combinación de agujas para las horas y los minutos doradas y agujas para el cronógrafo azuladas. Pocas veces había visto una disposición de la esfera tan perfecta e increíblemente bien creada, además de tener una escala de minutos bien definida en el borde de la esfera.
Podría decirse que la versión con función ratrapante del Portugieser Chronograph de 1995 (la referencia 3712) creada por el genio de los movimientos Richard Habring, era tan perfecta como la versión automática 3716 de 1998.
El IWC Portugieser Chronograph es, sin lugar a dudas, un reloj precioso. Además, es muy innovador gracias a su movimiento automático: no es necesario darle cuerda manualmente cada dos días aproximadamente.
Con un diámetro de 41 mm, el Portugieser Cronógrafo ref. 3716 luce increíble en la muñeca. Su grosor de solo 13 mm también lo hace muy cómodo. Además, la versión actual es, de hecho, un poco mejor que la original, ya que ahora se ofrece con un fondo de cristal de zafiro transparente que revela el impresionante calibre de manufactura propia 69355 en su interior.
