El Rolex Day-Date es sinónimo de lujo, liderazgo y prestigio. Esta joya eterna fue el primer reloj en indicar la fecha y el día de la semana en la esfera. Fabricado en oro o platino, es el reloj por excelencia de las personalidades más influyentes.
El Rolex Day-Date fue el primer reloj de pulsera en indicar la fecha y el día de la semana de manera completa , es decir visualizando todas las letras y los números en la esfera. Lanzada en el año 1956, esta joya de relojería es un símbolo de exclusividad y vanguardia que ha contribuido a que Rolex sea una empresa pionera en el sector del lujo. En este sentido, hablar del Day-Date como 'reloj de lujo' no es ninguna trivialidad. Esta prestigiosa pieza se fabrica exclusivamente en oro de 18 quilates o platino, y, por lo tanto, podríamos decir que pertenece a la élite de los relojes. Otra de sus características más destacables es el brazalete President de tres eslabones redondeados diseñado especialmente para este reloj. Los otros modelos de Rolex como el Daytona, el Oyster Perpetual o el Submariner suelen lucir un brazalete Oyster de tres eslabones largos y planos.
El Day-Date, también conocido como "Rolex President", no solo es el preferido de los dirigente de Estado, también es el reloj de las personalidades más influyentes de las finanzas, la religión, la cultura y otros ámbitos de influencia. Presidentes de los Estados Unidos como Franklin D. Roosevelt y Lyndon B. Johnson, al igual que el Papa Juan Pablo II, lucieron un Rolex Day-Date en su muñeca. También grandes inversores como Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo, han presumido de tener el reloj de los presidentes. Incluso, se rumorea que Marilyn Monroe regaló a su amante, el presidente estadounidense John F. Kennedy, un Day-Date con la inscripción "Jack / con amor como siempre / Marilyn / 29 de mayo de 1962". Según dicen, Kennedy se deshizo del reloj dándoselo a uno de sus empleados. Si la historia realmente fue así, sigue siendo un enigma, lo cierto es que el reloj apareció en el año 2005 en una subasta, en la que una persona anónima pagó 120.000 dólares por el reloj presidencial.
Referencia | Precio (aprox.) | Tamaño | Material |
228206 | 46.600 € | 40 mm | Platino |
218206 | 41.000 € | 41 mm | Platino |
118206 | 39.000 € | 36 mm | Platino |
218238 | 29.600 € | 41 mm | Oro |
228238 | 23.700 € | 40 mm | Oro |
118238 | 22.500 € | 36 mm | Oro |
Un clásico Rolex Day-Date 36 nuevo fabricado en oro amarillo cuesta alrededor de 22.500 euros, mientras que los ejemplares usados parten de los 15.000 euros. Esta versión de 36 mm se distingue por incluir un brazalete President y un bisel acanalado. Sin embargo, también existe un Day-Date 36 de oro amarillo con un brazalete Oyster o uno President engastado de diamantes. Además del bisel acanalado, la serie también ofrece un anillo abombado o adornado de diamantes. Asimismo, las esferas también ofrecen una amplia selección: por ejemplo, la versión de platino presenta una esfera de color azul glaciar o rojo cereza. Para aquellos que prefieren prescindir de las macizas pulseras de oro o platino, recomendamos las versiones del Day-Date fabricadas en oro rosa con una correa de aligátor.
Si está buscando un reloj más grande, échele un vistazo al Day-Date 40. La caja Oyster de este modelo de 40 mm es igual de grande que muchos otros relojes Rolex y resulta moderna. Si quiere hacerse con un ejemplar de oro de 18 quilates, debe invertir cerca de 23.700 euros. El Day-Date II, que actualmente no se produce, es un milímetro más grande. Los modelos de segunda mano fabricados en oro alcanzan los 26.000 euros, mientras que los modelos nuevos ascienden a los 30.000 euros.
Uno de los relojes más destacados de la colección Day-Date es la versión de platino 950, un metal precioso mucho más valioso que el oro. El modelo con la esfera azul glaciar decorada de diamantes se identifica con la referencia 228206 y su estética resulta especialmente elegante. La versión con una esfera blanca confiere armonía y sobriedad al reloj. Nuevo, un Rolex Day-Date 40 de platino cuesta 46.600 euros y los modelos usados se aproximan al rango de los 39.600 euros. En el mercado de segunda mano, el Day-Date II de platino alcanza los 36.000 euros, mientras que los modelos sin estrenar ascienden a los 41.000 euros. El precio de la versión de 36 mm, sin estrenar, se encuentra en los 39.000 euros y, por lo tanto, es el Day-Date de platino más barato. Los ejemplares usados están disponibles rondando los 23.700 euros.
Los diseñadores de la manufactura ginebrina han apostado por el oro en todas sus variantes — amarillo, blanco y rosa (denominado por Rolex como Everose) — o platino para fabricar la caja y el brazalete President del Day-Date. Rolex se ha decidido por el oro de 18 quilates para plasmar los índices que no se oxidan con los años. Además, el diseño de la esfera no solo ha sido creado minuciosamente por los artistas de la casa Rolex, sino que además, cada una de las cajas de estos relojes ha sido elaborada a mano.
Esta marca suiza también ofrece las esferas del Day-Date en colores como el azul, verde, plateado, naranja, negro, marrón y azul glaciar. La versión en nácar es una de las más excéntricas de la colección, y entre los modelos más lujosos presenta piezas con índices engastados de diamantes. El bisel está disponible en diferentes variantes entre las que se distinguen la textura estriada y la lisa introducida desde el año 2000 para los modelos fabricados en platino con cristal de zafiro. El primer modelo Day-Date fue presentado por Rolex en el año 1956 y actualmente ofrece una variada gama de cajas de 36 o 40 mm de diámetro, además de otra de 41 mm de diámetro para el modelo Day-Date II.
Una de las piezas vintage más codiciadas por los coleccionistas es el modelo con referencia 18038 , cuyo precio en el mercado de segunda mano alcanza los 9700 euros. Este Day-Date de los años setenta y ochenta se distingue por su legendaria "esfera Stella" que se caracteriza por aportar frescura gracias a su variada paleta de colores en la que incluye colores como el blanco, amarillo, azul, naranja, rosa, turquesa, marrón, salmón y por supuesto el color negro. Al contrario que las esferas esmaltadas, decoración que se obtiene por fijación en hornos, el efecto cromático del Day-Date se logra a través de una especie de lacado. Existen dos teorías sobre el origen del nombre de estas esferas. Por un lado se dice que está inspirada en las coloridas obras del pintor estadounidense Frank Stella. La segunda hipótesis apunta a que proviene del término estrella —stella en latín— como sinónimo de luminosidad y brillo.
El primer Day-Date con la referencia 6511 alojaba un calibre automático 1030, en el que el disco de los días de la semana giraba sobre el anillo de la fecha. Las siete pequeñas ventanas posicionadas sobre la esfera a las 12 horas estaban colocadas de tal manera que el día se podía visualizar con todas sus letras, además de la fecha correspondiente. El modelo presentaba también una lente denominada Cyclops colocada sobre el cristal con el propósito de mejorar la legibilidad de la fecha posicionada a las tres. En la actualidad, este modelo ofrece el indicador de la fecha en más de 25 idiomas.
El modelo con número de referencia 6611 del año 1957 alberga el calibre 1055 con el que Rolex presentó un mecanismo de visualización de la fecha mejorado. De hecho, las primeras versiones del Day-Date presentaban alteraciones en la precisión al ajustar la fecha, pero con la nueva generación de calibres, Rolex logró pulir la técnica.
La década la los años setenta también deslumbró con nuevos avances técnicos. En el año 1972, Rolex equipó todas sus piezas con el calibre 1556, que disponía de un mecanismo de parada de segundero para ajustar la hora de manera mucho más precisa. A finales de los años setenta, Rolex introdujo el cambio rápido de la fecha a través de la corona. Tan solo era necesario tirar de ella hasta la mitad para cambiar el día y la fecha en un abrir y cerrar de ojos. Esta innovación benefició de manera notable al Day-Date, concediéndole ese toque de exclusividad técnica inconfundible.
Desde el año 2015, el Rolex Day-Date aloja el calibre 3255, un movimiento de nueva generación con 14 patentes y un estándar de rendimiento actualizado con el que los relojeros han conseguido optimizar y mejorar más del 90 % de sus componentes. Entre ellos destacamos la reducción del 50 % del grosor de las paredes del barrilete para aumentar la capacidad del muelle, así como la mejora de la autonomía del movimiento ofreciendo una asombrosa reserva de marcha de 70 horas gracias al escape Chronergy patentado por Rolex. De esta manera, el reloj funciona a la perfección durante todo un fin de semana, e incluso el lunes continúa indicando la hora correcta. El escape Chronergy es una versión optimizada del escape de áncora suizo fabricado en una aleación de níquel-fósforo más resistente al magnetismo. La propia marca afirma que el rendimiento del escape ha aumentado en un 15 %.
La frecuencia de este calibre oscila a 28.800 alternancias por hora. La pieza esencial es la espiral Parachrom azul, una aleación compuesta por niobio y zirconio. Al igual que el escape, la espiral también es resistente a los campos magnéticos. Además, si se compara con las espirales convencionales, Rolex asegura a través de esta pieza una mejor resistencia a los golpes y un mayor rendimiento. Provista de doble curvatura final que aumenta notablemente la precisión, y un volante dotado de cuatro tuercas Microstella que ofrecen un ajuste extremadamente fino, esta casa hace gala de su alta eficiencia. Asimismo el calibre 3255 posee un certificado de precisión cronométrica que cumple los criterios del COSC. Además, también cuenta con una certificación interna desarrollada por Rolex, en cuyas pruebas simula condiciones de uso real. Según esta casa, las pruebas se han desarrollado siguiendo criterios de tolerancia dos veces más exigentes que las de un certificado oficial.
"El reloj de los presidentes" es sin duda un estandarte de exclusividad, prestigio y elegancia . Es por ello que esta pieza de vanguardia cautiva especialmente a un público selecto y goza de una influyente reputación en la política, la economía y la cultura. A través de sus valores y su prestigio, Rolex ofrece en su colección verdaderas joyas que guardan en su interior la esencia de la tradición relojera suiza en equilibrio con la más exquisita estética e innovaciones técnicas de vanguardia. Sin lugar a duda, el Day-Date es una de las piezas más codiciadas por las celebridades, los jefes de estado, los coleccionistas, y por supuesto también por todos aquellos que aman la relojería.