Cuando Seiko introdujo su primer modelo de cuarzo en 1969, la industria relojera suiza no tenía ni idea de lo que se avecinaba. Los relojes de cuarzo eran más precisos que los mecánicos y mucho más baratos y rápidos de producir. Aunque algunas marcas suizas estuvieron trabajando en sus propias versiones de cuarzo, como Longines, Omega y Rolex, no todas tuvieron tanto éxito.
Básicamente, los relojes pasaron de ser un artículo de lujo confeccionado por expertos artesanos a un producto en masa hecho en grandes fábricas. Muchas marcas famosas se enfrentaron a desafíos considerables tras la crisis del cuarzo, y varias de ellas fueron vendidas o abandonaron la producción definitivamente. Algunas grandes empresas, como Breitling, Zenith, Heuer, Longines, Blancpain y Omega experimentaron grandes dificultades, pero se las arreglaron para sobrevivir por diversos medios.
Otras marcas famosas no corrieron la misma suerte y acabaron en quiebra. Algunas de ellas han llegado a alcanzar mucha popularidad entre los coleccionistas por representar la gran artesanía de la relojería mecánica pre-cuarzo. Varias de las compañías más conocidas que desaparecieron entonces se han resucitado durante los últimos 20 años, pero en demasiadas ocasiones no han sido capaces de ofrecer los mismos productos exquisitos que sus homónimos históricos. Echemos una ojeada a algunos relojes de firmas que no superaron la crisis del cuarzo, pero que todavía disfrutan de un gran prestigio a día de hoy.
Universal Genève «Nina Rindt» Compax
La primera marca de la que me gustaría hablar es Universal Genève. Esta empresa, que inicialmente se fundó en 1894, es famosa por sus icónicos cronógrafos. El más conocido de ellos probablemente sea el Universal Genève «Nina Rindt» Compax. El apodo del reloj procede de la mujer del famoso piloto de carreras alemán Jochen Rindt, quien, casualmente, también tiene un reloj que lleva su nombre: el Heuer Autavia 2446 «Jochen Rindt».
El emblemático cronógrafo de carreras Universal Genève «Nina Rindt» Compax presenta una caja de acero inoxidable de 36 mm con una esfera panda blanca y negra. En su interior se aloja el famoso movimiento de cronógrafo de cuerda manual Valjoux 72. Este calibre lo han empleado numerosas grandes marcas, como Breitling, Heuer y Rolex, por lo que es muy popular entre los coleccionistas de cronógrafos clásicos. Encontrar un Universal Genève «Nina Rindt» Compax es posible, pero deberá esperar precios a partir de unos 21 000 €. A mediados de 2021, el precio medio rondaba los 20 000 € en Chrono24.
Enicar Sherpa Graph 300
Enicar es otro fabricante de relojes legendario que no sobrevivió a la crisis del cuarzo. Ariste Racine y su mujer, Emma Blatt, fundaron la marca en 1913. Su serie más icónica seguramente sea la Sherpa. Inspirada en el deseo de escalar los picos más altos del mundo, Enicar equipó a una expedición suiza al monte Everest en 1956. Su llegada a la cima hizo que la marca recibiera bastante atención de un público más amplio, lo que llevó a Enicar a crear la colección Sherpa.
Uno de los modelos más populares de esta colección es el Sherpa Graph de comienzos de la década de 1960. La caja mide 40 mm, lo que se consideraba bastante voluminoso en aquella época, y el reloj estaba impulsado por el movimiento Valjoux 72. Este cronógrafo se abrió paso hasta llegar a la muñeca del famoso piloto de automovilismo británico Jim Clark. Si bien Clark también está relacionado con el Breitling Navitimer, siempre estará conectado al Enicar Graph 300. Estos relojes suelen venderse por más de 8500 €, aunque los precios actuales en Chrono24 se sitúan entre los 4000 € y 5000 €.
Wittnauer 242T
Wittnauer es otro nombre famoso del pasado que se ha vuelto muy popular entre los coleccionistas actuales. La empresa, fundada en Nueva York en 1885 por el inmigrante suizo Albert Wittnauer, pronto se labró un nombre como la marca perfecta para exploradores, navegantes y astrónomos. Cuando Amelia Earhart se convirtió en la primera mujer en cruzar el Atlántico en 1932, su avión estaba equipado con instrumentos de Wittnauer. Neil Armstrong también llevó un Wittnauer durante la misión Gemini 8 en 1966. Además, la marca fue candidata a convertirse en el reloj oficial de la NASA para la llegada a la Luna.
Durante bastante tiempo, los aficionados a la relojería pensaron que el candidato de Longines/Wittnauer para la carrera a la Luna (Longines adquirió Wittnauer en 1950) era el Wittnauer 242T, pero en realidad fue el Wittnauer 235T. Se trata de un descubrimiento reciente, ya que en aquel momento la NASA solo reveló cuál era el ganador: el Omega Speedmaster. A pesar de que el Wittnauer 242T, de 39 mm, no participó en la competición, sigue siendo un impresionante cronógrafo de los años 60. Este reloj destaca por el diseño único de su esfera, caracterizado por un gran círculo que cruza las subesferas, así como grandes manecillas luminosas e índices de puntos.
En el interior de la caja de acero inoxidable encontrará, de nuevo, el calibre Valjoux 72. Esta es una de las razones principales por las que el reloj se ha vuelto tan popular entre los coleccionistas. La marca equipó a varios relojes icónicos con este movimiento, pero el 242T es el más famoso de ellos. Dependiendo del estado del reloj, puede esperar precios entre los 6000 € y 8500 €.
Minerva ref. 1335 Chronograph
El último reloj de nuestra lista procede de una marca bastante conocida que todavía se puede encontrar a día de hoy. En 1858, los hermanos Charles e Hyppolite Robert fundaron la compañía «H. & C. Robert». Poco después, comenzaron a registrar nombres de marcas, y en 1998 nació la firma Minerva. Este nombre pronto se dio a conocer por crear algunos de los mejores cronógrafos del mundo. Minerva logró superar la crisis del cuarzo gracias a su excelente reputación entre los entusiastas de la relojería. Por supuesto, eso no quiere decir que la producción no se viese afectada. En la actualidad, Minerva forma parte de la marca Montblanc y ya no es una empresa independiente. Montblanc aprovecha sus 160 años de experiencia relojera para crear algunos de los mejores cronógrafos del mundo actual.
El cronógrafo Minerva 1335 es un reloj que refleja a la perfección la esencia de Minerva en los años 40. Este modelo es famoso entre los coleccionistas por su legendario calibre 13-20 con rueda de pilares. El movimiento, de fabricación propia, ha sido elogiado tanto por su arquitectura como por la elevada calidad de su construcción. Este reloj de 34 mm también era resistente al agua, un hecho notable para un cronógrafo de la época. Además, su diseño es impecable, lo que lo convierte en un cronógrafo vintage increíblemente atractivo y el perfecto objeto de colección. El Minerva 1335 Chronograph está muy solicitado entre los coleccionistas y cuesta cerca de 4000 € hoy en día.
En busca del reloj vintage perfecto
Ahí tiene, pues, cuatro marcas legendarias y cuatro fantásticos relojes vintage. No es ninguna coincidencia que los cuatro modelos de esta lista sean cronógrafos. Esta categoría es especialmente popular entre los coleccionistas debido a lo ingeniosos que son sus históricos movimientos. Además, la complicación de cronógrafo resulta muy práctica, y muchos de estos relojes presentan algunos de los diseños más maravillosos de la industria. Por supuesto, esta lista no es más que la punta del iceberg en el mundo de los extraordinarios relojes vintage. Le sugiero que explore otras marcas que han dejado de existir. Quién sabe, quizá encuentre algo realmente especial y con una gran historia. ¡Disfrute con la búsqueda!
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