Como ávido entusiasta de los relojes, sin duda usted ya es consciente de los desafíos que actualmente afectan a la industria de los relojes de lujo, especialmente en lo que respecta a cómo se presentarán los nuevos productos al público. Baselworld, una de las ferias de relojes de lujo y joyas más antiguas y, posiblemente, más famosas del mundo, es tradicionalmente el lugar en el que muchas de las principales marcas presentan sus últimas creaciones, pero ha sido cancelada indefinidamente. Este anuncio se produjo a raíz de la impactante salida de casi todas las marcas ancla de la feria (incluyendo Patek Philippe, Rolex, TAG Heuer, Bulgari, y Hublot) y la creación de un nuevo evento en Ginebra el año próximo. Si bien el principal catalizador que ha impulsado este cambio ha sido la pandemia de la COVID-19, no es la causa fundamental de los males de Basilea. El espectáculo ha visto disminuir su importancia en los últimos años, con el éxodo de las marcas sufrido desde 2018.
El propósito de este artículo, sin embargo, no es analizar lo que salió mal allí. Más bien, estamos repasado el novedoso enfoque adoptado por la otra gran feria anual de la industria relojera: Watches & Wonders (antes conocida como SIHH). Para los que no lo sepan, W&W es el foro en el que el grupo Richemont estrena nuevos productos de sus diversas marcas (entre las que se encuentran nombres tan notables como Cartier, Vacheron Constantin, Jaeger-LeCoultre, y Panerai). En los últimos años, también se ha invitado a exponer a varias marcas independientes de alta gama. Estaba previsto que el evento se hubiera celebrado en Ginebra del 25 al 29 de abril, pero se suspendió a finales de febrero debido a la creciente amenaza del coronavirus y a las consecuentes restricciones de viaje.
En lugar de posponer la feria hasta el próximo año, la solución que Baselworld propuso inicialmente, Watches & Wonders presentó una novedosa alternativa que quizás se adapta mejor a las necesidades del siglo XXI. El 25 de abril, su portal online acogió la presentación de nuevos relojes de 18 marcas, con nuevos lanzamientos de otras 12 marcas. Sin embargo, lo que quizás fue aún más emocionante y convincente para los amantes de los relojes de todo el mundo fue la oportunidad de ver el evento al completo en tiempo real, por sí mismos y sin tener que esperar a que la prensa escribiera sobre ello o lo compartieran en las redes sociales. De igual manera, también fue una gran oportunidad para escuchar a los principales ejecutivos de las marcas directamente por primera vez, lo que en cierto modo lo convirtió en una experiencia más íntima.
Por supuesto, también hay inconvenientes en este enfoque. Debido a las limitaciones impuestas a muchas marcas como resultado del coronavirus, probablemente se dependió mucho más de las imágenes renderizadas por ordenador. Todo el mundo sabe que los relojes de lujo son objetos con una gran presencia táctil. La sensación de sostener un reloj en las manos y probarlo en la muñeca moldea enormemente nuestra percepción, y esta experiencia es muy diferente a solo ver el reloj en una foto. Este fue el problema a finales del año pasado, cuando A. Lange & Söhne presentó su nuevo modelo Odysseus. La gente rápidamente entró en las redes sociales para burlarse de ellos… aunque sus comentarios cambiaron una vez que llegaron las experiencias con el reloj en primera persona, y ellos u otros publicaron fotos en vivo.
Lo que quizás resultó más interesante fue la falta de moderación en cuanto a los relojes presentados. A pesar de que el mundo está viviendo actualmente tiempos extremadamente difíciles, la mayoría de las marcas debutaron con al menos uno o dos modelos excepcionalmente complicados y exóticos, por no mencionar los caros. Piaget lideró la carga con una versión de serie estándar de su Altiplano Ultimate Concept, el reloj mecánico más plano del mundo con tan solo 2 mm. Asimismo, Vacheron Constantin rompió todos los esquemas con una serie de modelos complicados, y delgados, entre ellos la versión esqueletizada del Overseas Perpetual Calendar Ultra-Thin y el exclusivo Les Cabinotiers Grand Complication Split-Seconds Chronograph con 24 complicaciones.
Por una parte, esto puede reflejar la confianza de la industria en una recuperación económica relativamente rápida y, siendo realistas, muchos de estos relojes no estarán disponibles hasta más adelante en el año, cuando las condiciones del mercado (esperemos) ya estén mostrando signos de mejora. Pero también es un reflejo de los largos plazos de entrega con los que trabaja la industria. La mayoría de estos nuevos modelos han estado en la fase de diseño y desarrollo durante meses, si no años, antes de que se produjera la pandemia mundial, por lo que cambiar los planes no habría sido realmente una opción. Además, en cierto modo, es agradable tener algunas distracciones en las que sumergirse.
Otras marcas optaron por jugar un poco más sobre seguro, centrándose principalmente en hacer ligeras mejoras en los modelos existentes o en la introducción de nuevos materiales para las cajas. Uno de mis favoritos es el Slim d’Hermès GMT, que ahora está disponible en oro rosa por primera vez y se combina con una esfera azul. También me gusta el sutil refinamiento de Jaeger-LeCoultre con su modelo Master Control Calendar en acero. El diseño clásico de la esfera se mantiene, pero hay algunos toques contemporáneos y una caja rediseñada, no se trata de cambios revolucionarios, pero contribuyen a crear un reloj atractivo y bien fabricado.
En general, creo que el portal online de Watches & Wonders para el lanzamiento de nuevos relojes fue una gran idea. Las marcas pudieron crear contenidos atractivos junto a sus productos y analizar directamente cómo los recibía el público. Dicho esto, no creo que este sea el camino del futuro. Aunque ciertamente puedo imaginar que algo así funcione en paralelo a un espectáculo físico, para la mayoría de nosotros lo importante es tanto la comunidad creada entorno a esta afición como los propios relojes. Hay todo un ecosistema de eventos que incorpora marcas, minoristas, plataformas como Chrono24, bloggers e influencers de redes sociales, y el motor que lo impulsa todo es la gente que se reúne físicamente para tocar el producto y hablar de él en persona.
Tal vez yo sea un poco anticuado, pero no veo que esto vaya a cambiar pronto, ni querría que fuera así.
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