Si le interesa el mundo de la «haute horlogerie», probablemente se habrá topado con el término «Santísima Trinidad de la relojería». Este exclusivo trío está formado por fabricantes de relojes de lujo de larga tradición cuyas creaciones han dado forma al mundo de la relojería durante siglos. Pero, ¿está realmente justificada su posición en el podio de la Santísima Trinidad de la alta relojería? ¿Qué marcas forman parte de este exclusivo trío de élite? Echamos un vistazo a los relojes de la «Holy Trinity».
¿De dónde procede el concepto de la Santísima Trinidad?
La Trinidad es de origen religioso y procede en realidad del cristianismo. Aquí la Santísima Trinidad representa al Padre (Dios), al Hijo (Jesús como hijo de Dios) y al Espíritu Santo (el espíritu de Dios). En la fe cristiana, estas tres personas están unidas en la esencia de Dios. A primera vista, puede parecer un poco presuntuoso aplicar el concepto de la Santísima Trinidad («Holy Trinity» en inglés) a los relojes de pulsera. Pero si observa la detallada artesanía y la rica historia de los «tres santos» de la industria relojera suiza, sin duda podrá entender esta manera de referirse a ellos. El término «Holy Trinity of Watches» se utilizó por primera vez en la década de 1970, precisamente en un momento en el que la industria relojera suiza se encontraba en una situación extremadamente precaria debido a la crisis del cuarzo. Por lo tanto, el uso de esta expresión, con su gran carga religiosa, fue probablemente una maniobra de marketing inteligente para diferenciarse de la competencia de peor calidad proveniente de Asia. Con éxito, como hoy sabemos.
La Santísima Trinidad del mundo de los relojes
¿Qué marcas de relojes pertenecen a la «Holy Trinity»?
La «Santísima Trinidad del mundo de la relojería» está formada por Vacheron Constantin, Patek Philippe y Audemars Piguet. Lo que las tres marcas tienen en común es su larga historia, la impecable calidad de sus productos y numerosos innovaciones que han tenido un impacto duradero en el mundo de la relojería. Vacheron Constantin, por ejemplo, que comenzó a fabricar relojes ya en 1755, fue la primera empresa en crear un reloj de bolsillo con una complicación adicional. Ya en 1885, VC presentó también un reloj que no era sensible a los campos magnéticos. A Patek Philippe le debemos, entre otras cosas, la corona para cargar que hoy consideramos algo totalmente habitual. Y Audemars Piguet puede presumir de haber creado el primer reloj de bolsillo con repetición de minutos. Como puede verse, cada una de estas maison representa el más exquisito savoir-faire y una continuidad inquebrantable, que, ajena al paso del tiempo y a las modas, sigue apostando siempre por los más altos estándares de fabricación. Los relojes de las tres marcas son obras maestras del arte relojero y por ello siempre han sido la elección favorita de los ricos y los famosos. Esta selecta clientela contribuye a su vez al nimbo de las manufacturas y convierte los relojes en prestigiosos objetos de estatus.
Relojes populares de la «Holy Trinity»
El modelo más popular de la casa Audemars Piguet, el Royal Oak con el clásico diseño de Genta, se ha ganado el corazón de numerosos aficionados a la relojería. Presentado por primera vez en 1972, el reloj con su brazalete integrado, su bisel octogonal y sus tornillos decorativos visibles parecía destinado al fracaso en un principio. Como hoy sabemos, las cosas acabaron cambiando y el Royal Oak se convirtió en uno de los relojes de pulsera más codiciados de la historia. Con el paso del tiempo, el Royal Oak se ha convertido en una colección completa que ofrece desde un sencillo reloj de dos agujas hasta un elaborado Grand Complication. Para muchos, pensar en Patek Philippe significa pensar en el Nautilus. También fue diseñado por Gérald Genta y su lenguaje en términos de diseño es similar al del Royal Oak. Los verdaderos fans de Patek, sin embargo, prefieren uno de los muchos modelos Calatrava, que destacan por su sencilla elegancia y sobriedad. Quienes prefieran un aspecto más opulento deben optar por los modelos con complicaciones sofisticadas. No solo son auténticas obras de arte, sino que también se encuentran entre los relojes más exclusivos que existen. A excepción de los modelos Overseas, Vacheron Constantin es sinónimo de relojes de vestir clásicos con sofisticadas complicaciones. Colecciones como Patrimony, Traditionelle o Fiftysix ofrecen una amplia selección de elegantes relojes para casi cualquier ocasión. Sin embargo, la serie Métiers d’Art, Vacheron Constantin es la que destaca por su saber hacer artesanal.
¿Por qué no otras marcas?
Algunos quizás se pregunten por qué el líder indiscutible, Rolex, no forma parte de la «Holy Trinity» de la relojería. Un factor a tener en cuenta es que Rolex nunca ha destacado realmente en relojes con complicaciones sofisticadas. El fundador de la empresa, Hans Wilsdorf, siempre tuvo en mente la idea de que los relojes fueran prácticos. Los movimientos de Rolex son, por tanto, extremadamente precisos y técnicamente del más alto nivel, pero comparados con los movimientos de Patek o Vacheron son más bien aburridos. El hecho de que Rolex se especialice principalmente en relojes herramienta deportivos aumenta su atractivo.
¿Y qué ocurre con Jaeger-LeCoultre y Breguet?
Dos nombres que se mencionan con frecuencia en relación con la Santísima Trinidad son Breguet y Jaeger-LeCoultre. Y con razón, ya que el fundador de Breguet, Abraham-Louis Breguet, es considerado el padre de la relojería moderna. Es responsable de innumerables innovaciones que aún hoy se utilizan en todos los relojes de pulsera. Y Jaeger-LeCoultre es generalmente conocido como el «relojero del relojero», habiendo suministrado movimientos a prácticamente todos los grandes fabricantes de relojes en un momento u otro. Los más vendidos de la «Holy Trinity» –Nautilus, Royal Oak y 222/Overseas– también estaban basados en un calibre de JLC. Pero, ¿por qué estas grandes y tradicionales marcas no pertenecen al ilustre círculo de la Santísima Trinidad? La agitada historia de Breguet es probablemente la razón principal. La fábrica se vio duramente afectada por la crisis del cuarzo en la década de 1970. A esto siguieron numerosos cambios de propiedad, que llevaron a la fábrica al borde de la ruina. Solo desde la adquisición por parte del Swatch Group en 1999, Breguet ha vuelto a aguas más tranquilas. El hecho de que Jaeger-LeCoultre no forme parte de la «Santísima Trinidad» probablemente tenga que ver con que la marca ha sido percibida durante mucho tiempo más como un proveedor de movimientos. En 1900, la manufactura ya podía presumir de tener más de 350 movimientos diferentes y fue el principal proveedor de movimientos de Cartier y Patek Philippe a principios del siglo XX. Aunque JLC impresionó en repetidas ocasiones con relojes como el Atmos o relojes muy complicados, nunca fue capaz de salir de la sombra de Patek and Co. Sin embargo, las actitudes hacia JLC han cambiado considerablemente en los últimos años y muchos ven a la Maison como parte de la Santísima Trinidad más que a Audemars Piguet.
Críticas a Audemars Piguet
Las críticas más duras a la «Santísima Trinidad de los relojes» se dirigieron a Audemars Piguet. A menudo se acusa a la marca de basar toda su fama únicamente en el Royal Oak. Por ello, muchos entusiastas de la relojería consideran injustificada la inclusión de esta firma en la «Holy Trinity». Según esta crítica, Audemars Piguet no sería más que un «one trick pony».
Resumen
La cuestión de qué marcas pertenecen a la «Santísima Trinidad de la relojería» es un tema que genera bastante discordia. Así que no es mala idea que usted pueda elegir su Santísima Trinidad personal. Después de todo, ¿por qué comprometerse con un solo «reloj grial» cuando puede elegir tres?
