¿Es el Patek Philippe Aquanaut el grial definitivo, o se trata de un rotundo fracaso de esta marca suiza de relojes de lujo?
En la Baselworld 2018, Patek Philippe sorprendió al mundo con el lanzamiento del Patek Philippe Aquanaut Chronograph (referencia 5968A). Esta nueva adición a la familia Aquanaut atrajo muchas miradas, no solo por tratarse del primer cronógrafo de la colección, sino también por su llamativa correa de caucho naranja. Desde entonces, han surgido intensos debates acerca del estilo del Aquanaut Chronograph y el propósito del Aquanaut en general. En este artículo, Bert Buijsrogge y Jorg Weppelink nos aportan sus opiniones sobre este modelo y examinan si se debe considerar como un auténtico Patek Philippe.
Antes de entrar en polémica, echemos un vistazo rápido a la historia del Aquanaut. Patek Philippe introdujo el modelo como un reloj deportivo multifunción para tierra y mar en 1997. El Aquanaut es básicamente una versión simplificada de los relojes deportivos de la marca, enfocado a un nuevo público y con un precio más asequible que el exitoso Patek Nautilus. Es la primera vez que Patek Philippe emplea una correa de caucho, pues anteriormente solo había producido relojes con pulseras de cuero o brazaletes de acero, oro o platino. La colección Aquanaut actual está compuesta por diferentes variaciones del modelo básico con fecha y hora, las versiones Travel Time y la nueva edición con cronógrafo.
Jorg Weppelink
Me encanta la rica historia de Patek Philippe, su labor artesanal y maestría técnica. Sin embargo, siempre hay una pega, y para mí es que la mayoría de sus relojes tienen un aspecto muy clásico. No me malinterprete; muchos de sus diseños me fascinan, y me encantaría poseer un Patek clásico algún día. Pero, dado que visto de forma bastante informal, la mayoría de relojes de Patek Philippe no encajarían con mi estilo diario. El Nautilus y el Aquanaut, los relojes deportivos de lujo de esta marca, son los únicos Patek que consideraría comprarme para el día a día.
Por otra parte, para abordar el tabú: no, no pienso que el Aquanaut sea una versión barata del Nautilus. Philippe siempre ha afirmado abiertamente que la forma del Aquanaut está inspirada en el icónico Nautilus, pero lo que le otorga al Aquanaut su aspecto único es el diseño de todos los demás elementos. Quien se base solamente en la forma para determinar la originalidad de un reloj considerará irrelevante una gran parte de la industria.
¿Que si preferiría un Nautilus a un Aquanaut? Sí, si mis únicas opciones son el Nautilus ref. 5711/1A estándar y el Aquanaut ref. 5167A estándar. Ese Nautilus es todo un icono y ocupa un sitio permanente en la historia de la relojería. Me encanta el legado del diseño de Gérald Genta y no veo por qué uno no habría de comprarse el reloj que lo empezó todo si se lo pudiese permitir.
Sin embargo, ahí es donde acaba mi pasión por el Nautilus. En mi opinión, todos los Nautilus con subindicadores comparten un error de diseño: la esfera está demasiado llena. El Nautilus Chronograph, por ejemplo, tiene un diseño particularmente saturado. Considerando la simpleza del Nautilus original, cuesta imaginarse que Genta hubiera querido algo así de recargado. En ese sentido, tanto el aspecto del Aquanaut Travel Time como el del nuevo Aquanaut Chronograph superan al Nautilus.
El Aquanaut Chronograph no solo tiene una mejor apariencia que el Nautilus, sino también que la mayoría de cronógrafos. Aunque me llevó algo de tiempo conocer bien el reloj, lo he llegado a apreciar muchísimo. La amplia caja de 42,2 mm deja que el diseño respire. El segundero y los índices de los minutos en naranja crean un agradable contraste con la esfera gris y le conceden al reloj más carácter que el Aquanaut estándar. Además, me encanta que venga con una correa de caucho negra y otra naranja. Esto demuestra la versatilidad del diseño y la disposición de Patek Philippe por explorar nuevos territorios.
No puedo sino elogiar a Patek Philippe por dar estos pasos. Son esenciales para mantener la relevancia de la marca y mostrar que es posible seguir avanzando sin perder el legado que le ha llevado a donde está. Soy consciente de que muchos amantes de Patek Philippe no lo ven de este mismo modo y preferirían que siguiese siendo la misma marca clásica de relojes de lujo tan conocida y apreciada por el público. Mi respuesta ante esto es que, si es un aficionado a los diseños más clásicos, siempre tendrá más que suficiente donde elegir. Mientras tanto, yo estaré encantado de llevar el Aquanaut Chronograph con la correa naranja cada día.
Bert Buijsrogge
Digamos lo que hay que decir: el Aquanaut es una versión barata del Nautilus. Oirá esta opinión una y otra vez cuando se hable sobre este modelo. O lo ama o lo odia. Cualquier reloj que provoque una reacción tan intensa en ambos extremos está haciendo algo bien. No obstante, el diseño no es de mi estilo, y le explicaré por qué.
Cada vez que veo un Aquanaut, no puedo evitar sentir que no sabe qué es lo que quiere ser. Se parece al Nautilus, pero no lo es. Existen sutiles diferencias en el diseño. Las tres mayores son el uso de números arábigos en lugar de romanos, la carencia de una «oreja» en el lado izquierdo, y su correa tropical, el nombre de Patek para esta correa de material compuesto con un cierre desplegable. Como entusiasta de los relojes, el término «tropical» me recuerda a aquellas correas perforadas de los años 60 y 70.
Con un estilo tan similar al del Patek Philippe Nautilus, un icono indiscutible, cuesta ver que el Aquanaut posea un diseño realmente original. De hecho, Patek no ha hecho nada más que crear un modelo «básico» que se asemeja a su famoso hermano mayor. Probablemente es por esto que la gente se refiere a él como «una versión barata del Nautilus». Aunque llamarlo un «modelo básico» tampoco es muy acertado, pues el Aquanaut estándar cuesta unos 15.000 USD. Sin embargo, en cuanto a Patek Philippe se refiere, esto es de lo más asequible que se puede encontrar.
Su diseño no ha variado mucho desde que se introdujo en 1997, pero, desde mi punto de vista, esto es algo positivo. Un buen diseño (el hecho de que yo no esté convencido de que lo sea no implica que otros tengan que opinar lo mismo) no debería cambiar demasiado; salvo quizá por unas ligeras modificaciones para adaptarse a nuevos materiales, o una actualización cuando haya llegado el momento. En la industria automovilística sucede algo similar: si pusiese todos los Porsche 911 en fila, observaría que han experimentado una sutil evolución a lo largo del tiempo, pero que conservan el ADN del original. No obstante, esto no significa que le deba gustar el diseño; incluso el del 911 ha sido objeto de mucha polémica.
Al final, la producción del Aquanaut sigue los mismos altos estándares de calidad que cualquier otro Patek Philippe. Aun así, el Aquanaut no es lo mío. Quizá no deberían haber tratado de hacer una versión más deportiva de un reloj ya de por sí deportivo e icónico. Puesto que muchas personas consideran que los relojes son una inversión para la siguiente generación, merece la pena preguntarse si un auténtico reloj deportivo es siquiera la decisión correcta. En un viaje reciente a Roma, vi a alguien nadando con un Nautilus blanco. Y si yo pudiese tener cualquier Patek, sería sin duda un Nautilus. El hermano mayor del Aquanaut satisface todas mis expectativas.
