Todos sabemos que Rolex y Tudor tienen una larga historia compartida. A pesar de que Rolex fue fundada en 1905 como Wilsdorf & Davis en Londres, el nombre de Rolex se registró unos años más tarde, en 1908. La empresa se transfirió a Ginebra, Suiza, en 1919, donde todavía se encuentra en la actualidad. La marca Tudor fue registrada para Wilsdorf en 1926 como “The Tudor” por Veuve de Philippe Hüther, un relojero y distribuidor. En 1936, la marca volvió totalmente a Wilsdorf. “Montres Tudor SA”, como se conoce a la empresa hoy en día, fue creada por Wilsdorf en 1946.
¿Solo el “Rolex del pobre”?
En una declaración personal de Wilsdorf, Tudor anunció el Tudor Oyster Prince, en el año 1952, como “un reloj que nuestros agentes podrán vender a un precio más modesto que nuestros relojes Rolex, y sin embargo permitirá alcanzar los estándares de fiabilidad por los cuales Rolex es famosa.” A los ojos de muchos entusiastas de los relojes, este ha sido el “Rolex del pobre” durante muchos años. ¿Pero es esto cierto? Tudor ha hecho modelos similares a la colección de Rolex, con el ADN de Rolex claramente visible e incluso ha utilizado piezas marcadas como Rolex. Basta con echar un vistazo a un Tudor y un Rolex Submariner de los años 60 o 70, y las similitudes son claras.
Las cosas empiezan a cambiar
Pero cuando avanzamos unas pocas décadas hacia el futuro, las cosas parecen cambiar lentamente. Rolex es una compañía que en realidad no mira hacia atrás. Crean lo que quieren crear, mirando hacia el futuro en lugar de anclarse en la tradición. Sí, su historia está ahí, pero no se trata de una línea rígida que sirva para limitarlos. Como ejemplo de creación innovadora y diversa, todos hemos visto la llegada del GMT-Master “Pepsi” de cerámica, que se vende solo en combinación con oro blanco, lo que hace que sea inalcanzable para muchos, quizás incluso la mayoría, de los coleccionistas. Tudor ha crecido a muchos niveles. Al mismo tiempo que la empresa está experimentando con diversas técnicas y procesos innovadores, mantiene una fuerte conexión con su herencia.
Se podría decir las cosas empezaron a cambiar con el Heritage Chronograph y el Heritage Advisor, presentados en 2010 y 2011. Ambos son interpretaciones de piezas de colección histórica de Tudor hechas de manera agradablemente moderna. Básicamente, los dos modelos prepararon el terreno para un reloj que es ahora uno de los mayores éxitos de la industria: con la introducción del Heritage Black Bay en 2012, Tudor ha establecido un nuevo estándar para la marca. Actualizaron el Submariner con un aspecto más moderno, sin embargo, mantuvieron su ADN claramente visible y el modelo accesible a un mayor número de bolsillos.
Un gran reloj, muchas opciones
Durante la feria del reloj Baselworld 2016, Tudor anunció un movimiento fabricado en la casa para la colección Heritage Black Bay. Las pequeñas diferencias en la esfera dejan claro qué modelos del Heritage Black Bay tienen un movimiento creado en la casa o uno estándar. La colección actualizada tiene escritura horizontal en la esfera, mientras que los modelos anteriores tenían texto curvado en la posición de las 6 en punto. Además de la actualización, crearon una versión en bronce y DLC del Black Bay.
Tudor Black Bay Dark & Bronze, Imagen: © Bert Buijsrogge
Lo bueno es que, a pesar de todas las novedades, Tudor aún presta atención a los Rolex/Tudor Heritage. En los años 70, Tudor entregó Submariners “copo de nieve” sin correas a la Armada francesa. Los buzos de la Marine Nationale son conocidos por haber utilizado cinturones de paracaídas como cintas elásticas, lo que permitía llevar el reloj con mayor comodidad y facilitaba un ajuste más fácilmente a la muñeca de un traje de buceo. Esta historia inspiró la nueva correa del Black Bay Bronze que actualmente viene como un extra junto a la correa de cuero envejecido. La versión DLC, o Black Bay Dark, presenta un triángulo rojo en el bisel y escritura roja en la esfera: estos detalles están claramente inspirados en los Submariner de los años 50 y 60. Siguiendo la tradición de incluir detalles del pasado, la versión Black Bay Dark también está disponible con un brazalete de acero sin eslabón final, usando un cierre de tubo en la pulsera. Esto es algo que solo se ve en el Tudor Submariner con referencia 7923 de la década de 1950. Es decir, han restablecido la correa remachada que se inspira en la correa tipo Oyster que, en su momento, se hacía con eslabones unidos mediante remaches.
Además de todos los modelos pertenecientes a la línea tradicional, que están claramente ligados a la historia de la compañía, Tudor ha ampliado recientemente su colección con relojes deportivos como la Fastrider Collection, y ha creado algunos nuevos modelos para atraer a un público diferente. Estos genios del “Rolex asequible” han hecho un gran trabajo creando una colección impresionante, manteniendo claramente su historia en mente y cambiando para adecuarse a los tiempos modernos con técnicas y materiales actuales. Tudor probablemente será objeto de admiración por parte de una gran cantidad de coleccionistas y curiosos entusiastas de la dirección en la que la empresa avanzará en el futuro próximo.
