El Rolex Daytona, el reloj embajador de una marca que resulta ya tan conocida, es un reloj de pulsera tan reverenciado que incluso aquellos que detestan Rolex encuentran un lugar en su corazón para apreciar este reloj. Algunos valoran el Rolex Daytona por razones desconocidas, pero la mayoría lo adora por muy, muy buenas razones. Salió a mercado en 1963 como el Cosmograph Ref. 6239, aunque algunas personas tienden a descartar ese hecho y lo agrupan directamente en la sección de cronógrafos Rolex. Inspirado por las carreras de motor, Daytona no fue el primer nombre que se le dio: el nombre original del Daytona era en realidad “Le Mans”, pero obviamente este nombre no se pegó.
Cuando el Cosmograph llegó a Estados Unidos, Rolex USA solicitó que el nombre “Daytona” se inscribiera en el dial de los modelos del mercado norteamericano, ya que Rolex era el patrocinador oficial de la carrera de 24 horas en Daytona. Sin embargo, este cambio de nombre no tuvo lugar completamente hasta 1964. Cada ganador de la extenuante carrera de 24 horas ha recibido desde entonces uno de los relojes como parte del premio.
El Rolex Daytona es sin duda el reloj deportivo más coleccionado, y sigue siendo el cronógrafo más popular del mundo, pero cuando se trata de los Daytona vintage hay algo que añade un extra especial. Como mencioné antes, los 6239 fueron los primeros Daytona introducidos en el mercado, y lucían un bisel Tachymetre. Durante los primeros años se llevaron a cabo pequeños ajustes y sufrió también un par de variaciones en el dial. En el corazón de estos primeros Daytona estaba el infame Valjoux 72 (un movimiento usado por muchas marcas de relojes durante estos años), que Rolex llamó el 72B. El siguiente cambio significativo ocurrió solo un año después, en 1965.
Rolex Daytona ‘Paul Newman’, Imagen: Auctionata
Rolex se enorgullece de tener cajas resistentes al agua, por lo que tener un reloj de pulsera que no fuera plenamente merecedora de su inscripción ‘Oyster’ en el dial no hubiera sido justo, así que dejaron atrás a los impulsores del cronógrafo de bomba y dieron cabida a quienes apoyaban las cajas enroscadas; esta referencia sería conocido como la 6240, prescindiendo de la inscripción ‘Oyster’. Pero creo que los Daytona empezaron a ser interesantes, y también ridículamente costosos a partir de la era del llamado ‘Exotic Dial’ —también conocida como de ‘Paul Newman’—. Estos Daytona son lo que uno puede llamar “icónicos” y esto es así simplemente porque cuando fotografiaron a Paul Newman para la portada de una revista italiana, con un Daytona 6239 ‘Exotic Dial’ en la muñeca, las cosas cambiaron para siempre. Un actor de su calibre luciendo este reloj implicaba que todo que que fuera alguien de prestigio tenía que llevar uno. Curiosamente, el Paul Newman Daytona no se vendió bien cuando se introdujo, pero si intenta conseguir uno ahora, le costará muy, muy caro.
En 1988, Rolex introdujo finalmente un Daytona de cuerda automática. Ahora, en el corazón del Daytona latía el calibre Zenith 400, que Rolex denominó calibre 4030. La estética del Daytona también cambió, luciendo protectores de corona, una nueva esfera que presentaba halos alrededor de cada dial secundario y el tamaño del Daytona también cambió, pasando de 37 mm a 40 mm. Esta actualización fue probablemente la más importante, porque hasta el día de hoy, el Daytona, en cuanto a su diseño, prácticamente no ha cambiado.
En el año 2000, Rolex anunció el nuevo calibre automático 4130 de la casa y el único cambio cosmético que acarreó esta modificación fue presentar el subdial de los segundos a las 6 horas, en vez de a las 9. El Daytona es un reloj de leyenda que demanda y merece respeto en el mundo de la relojería. Cuando se estudia un poco en su historia, se puede ver por qué.
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