Coleccionar relojes

Al ser humano le encanta coleccionar cosas. Si me lo permite, generalizaré un poco: quizás a muchas mujeres les guste comprar zapatos y bolsos, pero esto es diferente de la atracción de ciertos hombres que coleccionan “juguetes” vintage, como trenes, automóviles, estilográficas, cómics o relojes. Esta afición al coleccionismo masculino de relojes sirve también para olvidarse de la vida cotidiana en la oficina, sentados bajo luces artificiales siempre demasiado brillantes y mirando hojas de cálculo todo el día (bueno, seguro que la combinación de teclas ‘alt-tab’ es conocida por muchos como ayuda para cambiar del Excel tedioso a la web de ocio preferida) o asistiendo a aburridas reuniones en las que el único alivio es mirar, discretamente, la esfera del reloj desde todos los ángulos.

Por supuesto, nos alegramos de que a la mayoría de los hombres les guste el coleccionismo. Si no se trata de relojes —y en Chrono24 estamos contentos de que le gusten estas maravillas de pulsera— seguro que probablemente le atraen los trenes en miniatura, las plumas estilográficas, las radios vintage, o cualquier otro objeto. Pero, por el bien de este artículo, vamos a limitarnos al coleccionismo de relojes.

El coleccionismo de relojes es mucho más que la satisfacción de poseer diferentes modelos, ya sean piezas contemporáneas o vintage. Todo comienza con la caza de un reloj preciso. Bien buscando en los escaparates de los grandes distribuidores en su ciudad o invirtiendo horas en una web llena de modelos, como Chrono24 (recuerde utilizar alt-tab cuando el jefe se acerque), la caza de un reloj es parte importante del proceso de colección. Una vez que usted se ha decidido por una marca y un modelo concretos, es hora de poner toda su energía en encontrar la pieza perfecta por el precio perfecto mediante el vendedor perfecto. Debo confesar que una vez fui de Amsterdam a Nueva York solo para recoger un reloj, y regresé al día siguiente. Ah, y para hacer la situación aún más vergonzosa, esto fue justo después de que mi mujer diera a luz a una hermosa hija. Usted puede imaginar las discusiones de este tipo de comportamiento adictivo puede provocar. Pero, al final, conseguí el reloj que quería, y he decidido regalárselo a mi hija cuando llegue el momento.

Encontrar el reloj adecuado puede llevar semanas, meses o incluso años, en algunos casos. La definición del «reloj perfecto» es complicada y puede variar de persona a persona. Si no está dispuesto a hacer compromisos respecto a la condición, precio o ubicación, por ejemplo, puede llevar cierto tiempo. Una vez que haya encontrado el reloj adecuado, esto podría rebajar el nivel de obsesión. Por un tiempo, al menos, porque después de cada Santo Grial parece descubrirse siempre uno nuevo. El lado positivo, sin embargo, es que el coleccionismo de relojes es una historia interminable.

Mientras que los entusiastas del motor se reúnen un domingo para mostrar sus vehículos y hablar de centímetros cúbicos, los coleccionistas de cómics se van a una Comic Con, y los coleccionistas de discos de jazz visitan bares poco iluminados, los coleccionistas de relojes comparten su pasión con otros entusiastas (sin tener que ponerse necesariamente ropa llamativa) en bares, en ferias comerciales de relojería, o incluso en las instalaciones de los fabricantes de relojes. Porque las marcas de relojes están encantadas con los coleccionistas (por supuesto) y con mucho gusto nos invitan a Suiza, Alemania, Japón, dependiendo del evento y el coleccionista, a ver sus fábricas, y muestran orgullosos cómo se crean sus objetos de deseo. Si usted no puede viajar y visitar estos fabricantes de relojes y sus museos por sí mismo, hay un montón de coleccionistas de relojes que ya lo han hecho y comparten amplios informes online con fotos para que usted pueda disfrutar como si estuviera allí.

Si tiene suerte, su colección de relojes puede convertirse en una pequeña inversión o un fondo de pensiones. Si tiene suerte. Nadie puede predecir el futuro de las colecciones de relojes con 100% de certeza, por supuesto, pero mi apuesta es que una colección de relojes inteligentemente construida será, como mínimo, tan estable como las tasas de interés actuales en su cuenta de ahorros.

Sin embargo, uno de los mejores aspectos del coleccionismo de relojes no ha recibido hasta ahora ni una sola mención en este artículo. Conocer a otros coleccionistas de relojes con ideas similares durante los últimos 16 años ha sido el punto de origen de algunas amistades para mí muy valiosas. No estoy hablando de amistades con las que uno se puede “deshacer” de un reloj por el precio más alto, sino de amistades verdaderas que van más allá del coleccionismo. Aunque reconozco que no siempre se llega a crear una amistad profunda por compartir afición a los buenos relojes, o, siguiendo la misma lógica, por llevar Louboutins.

Por supuesto, algunas declaraciones en este artículo con respecto a las aficiones de hombres o mujeres se deben tomar con un grano de la sal, o dos.